¿Se debe enviar un mail luego de una entrevista de trabajo?

El primer paso está dado y se ha logrado el interés de una empresa para hacer una entrevista. Esto es lo primero que los trabajadores buscan y es un gran paso. Quizás la entrevista resultó muy bien y te sentís optimista respecto de las posibilidades que puedan surgir a partir de este momento. Pero todavía queda algo que podés hacer: el mail de agradecimiento. Muchas son las personas que no envían este tipo de correo electrónico. No obstante, a continuación, te vamos a contar por qué puede llegar a ser beneficioso para aumentar tus posibilidades de conseguir empleo.

¿Por qué mandar un mail de agradecimiento luego de una entrevista de trabajo?

Muchas personas rechazan de plano esta posibilidad debido a que consideran que es una forma de insistir y que esto puede llegar a ser percibido como algo molesto. Esa es una forma de pensarlo. Pero, otra forma de verlo es que se trata de una manera de hacer seguimiento de la propia candidatura para un puesto de trabajo. Hay quienes consideran que, al contrario de algo molesto, es casi un acto de buena educación, de respeto, de protocolo. Entonces, lo primero que podemos hacer es desmitificar la idea de que va a ser algo mal visto por los reclutadores y pensar que, tal vez, sea visto como una muestra de interés y como una muestra de respeto y educación por parte de quien se candidatea a un puesto de trabajo.

Teniendo en cuenta lo dicho más arriba, podemos decir que es una forma de destacarse. Es una manera de demostrar que somos personas respetuosas y que entienden de protocolos. Por eso, si se decide que se va a mandar este correo, es importante hacerlo el mismo día del encuentro o al día siguiente a más tardar, pero sin dejar pasar muchas horas. Además, el correo se debe enviar dentro de un horario adecuado, preferentemente horario laboral. No enviar a la noche ni en un horario demasiado temprano.

¿Qué decir en un correo de agradecimiento?

Ahora, es momento de pasar a qué podemos decir en este tipo de correo. Ciertamente, no se trata de poner “gracias” solamente. Al igual que sucede en la carta de presentación, siempre es importante comenzar con un saludo respetuoso al principio. Es importante pensar el lenguaje que se va a emplear y qué cercanía se quiere generar. Mucha de esa cercanía va a ser determinada por la forma en que se desarrolló la entrevista. Si la entrevista ha sido confortable y cercana, es posible que el correo refleje un tono similar.

Por otro lado, es muy importante el asunto del correo. Este debe ser corto, para que llegue a leerse entero. Pero, a la vez, debe ser respetuoso e indicar de qué habla el correo. “Te agradezco por el tiempo dedicado” es una de las posibilidades, pero pueden ser otras alternativas similares.

Finalmente, si bien es verdad que el correo está destinado a agradecer y no se quiere ser insistente o molesto, es un buen momento para hacer hincapié en que se tiene efectivamente interés por el puesto. Una buena opción es hacer referencia a algo que los entrevistadores hayan dicho respecto del puesto o de la empresa. La mejor manera de hacerlo es mencionar una referencia directa a algo similar y cerrar diciendo el interés que se tiene por trabajar con esa empresa y en ese puesto. Y, claro, cerrar con un saludo cordial, que puede o no ir acompañado por los medios de contacto.