Muchas veces, quienes se encuentran buscando un trabajo pueden ver en la posibilidad de mandar un mensaje una gran fuente de oportunidades. No obstante, esto solamente funciona así si se sabe cómo manejar la situación y cómo aprovechar adecuadamente ese medio. Una forma de hacerlo es mediante una buena estrategia de contactos, donde es necesario contemplar distintas situaciones que se pueden llegar a dar a lo largo de del proceso.
Las conversaciones con recursos humanos
Siguiendo lo dicho con anterioridad, algo que nos puede suceder es que la conversación que estamos sosteniendo sea con personas que forman parte del departamento de recursos humanos de las empresas por las que tenemos interés. Si enviamos un mensaje y nos encontramos con una respuesta, esto puede ser una gran oportunidad. Pero hay que saber qué hacer después, a fin de poder dar en la tecla y aprovechar la posibilidad. Por eso, a continuación, vamos a ver lo que tenés que saber para poder sostener estas conversaciones y guiar el camino para aumentar tus posibilidades.
Los mensajes correctos
Ciertamente, no porque uno mande un mensaje a alguien de recursos humanos esa persona automáticamente va a brindar una respuesta. Esto se debe a que no todos los mensajes dan los mismos efectos. Además, debemos pensar que lo más probable es que el mismo mensaje que nosotros estamos enviando haya sido previamente enviado por otras personas o haya otros que lo estén haciendo el mismo día o que lo van a hacer mañana. Por eso, es importante ser creativos y pensar adecuadamente las palabras que vamos a usar y con que objetivos.
En relación con esto, lo que debemos pensar es que tenemos que generar un mensaje que den ganas de ser respondido. Para eso, tiene que cumplir una serie de requisitos. Estos pueden ser, por ejemplo, que el mensaje incluya una presentación adecuada de quién uno es y la razón por la que se envía ese mensaje o se entabla ese contacto. A la vez, es muy importante mostrarse amable (aunque seguros) evitando a toda costa recaer en actitudes que puedan ser percibidas como agresivas. Por ejemplo, si todavía no se tiene un contacto y lo que se quiere es establecer cierta cercanía, quizás lo mejor sea no enviar desde el principio un currículum ni pedir hacerlo en el primer mensaje.
Por otro lado, es muy importante saber algo de la persona a la que le estamos mandando o de la empresa. Nada queda peor que dejar a la vista que no se tiene idea sobre quién es esa persona. Por eso, lo ideal es investigarla previamente, a fin de poder hacer alguna referencia que demuestre interés. Al respecto, se puede destacar el ejemplo de una persona de recursos humanos que haya formado parte de una charla, se podría en ese caso hacer referencia a la misma o a algún concepto que haya salido a la luz entonces.
Dar continuidad
Ya encontraste las palabras y pudiste mandar el primer mensaje. Pero ¿qué sigue ahora? Si ya recibiste una respuesta del sector de recursos humanos o de la persona en cuestión, es momento de pensar cómo responder. Ciertamente, hay que aclarar que esto no quiere decir dejar mucho tiempo sin responder el mensaje, pero sí destinar un rato a pensar qué es lo que se va a decir. Para poder elegir la respuesta más adecuada, tenemos que hacernos preguntas similares a las anteriores. Estas van a ser: ¿quién es la persona? ¿qué cargo cumple? ¿cómo es el mensaje con el que ha respondido? ¿qué interés tengo yo en esta persona?
Siempre se va a buscar ser muy cordial y amable en la respuesta. Una de las opciones es buscar la manera de seguir en contacto o de dejar establecido el interés que se tiene por la empresa a través del mensaje, para que la otra persona lo pueda tener en cuenta. Luego, se puede cerrar mencionando los datos de contacto y haciendo un comentario amable de cierre.
